5 consejos para contratar a un procurador

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El procurador es el profesional, licenciado en Derecho, encargado de asumir la representación de la parte ante el juzgado o tribunal dentro del proceso judicial de que se trate. Se trata de una función muy importante, ya que, como tal representante procesal, el procurador será quien reciba todas las comunicaciones que el órgano judicial deba hacer a la parte dentro del proceso. De ahí el especial cuidado que conviene tener a la hora de llevar a cabo su contratación.

Existen varios aspectos que deben tomarse en consideración a la hora de elegir procurador, ya que es fundamental que este disponga de las cualidades y requisitos necesarios para desempeñar su función con las mayores garantías.

Te ofrecemos a continuación cinco valiosos consejos que conviene tener presente cuando necesites contratar los servicios de un procurador:

1. Proximidad geográfica

Pese a que hoy en día todo procurador colegiado puede actuar como tal en cualquier lugar dentro del territorio nacional, lo más recomendable es contratar un procurador que ejerza habitualmente en el partido judicial donde tenga lugar el proceso en el que haya de intervenir. Esta proximidad posibilitará un contacto más personal y continuo del procurador tanto con el cliente como con el abogado director del procedimiento. Facilitará además al procurador acompañar a su cliente en aquellas diligencias, trámites y actuaciones a las que debe acudir.

2. Experiencia en materia procesal

Es importante que el procurador contratado acredite cierta experiencia y especialización, sobre todo en lo que a Derecho Procesal se refiere. Ni que decir tiene que cuanto más años haya ejercido su profesión, mejor sabrá desenvolverse en los diferentes trámites y actuaciones en los que deba intervenir, acelerando e instando el impulso del procedimiento cuando así resulte necesario. Se debe valorar especialmente la experiencia del procurador en casos similares a aquel por el que se quiera contratar sus servicios profesionales.

3. Confianza

Antes de contratar a un procurador, es importante establecer una primera toma de contacto con él. Este primer contacto deberá aportar al cliente la necesaria confianza y empatía para encomendar una tarea tan crucial como es su representación dentro de un proceso judicial.

4. Reputación consolidada

Resulta asimismo fundamental a la hora de contratar un procurador contrastar las opiniones de otros clientes a los que este haya representado con anterioridad. Los resultados obtenidos a lo largo de su labor profesional y el trato dispensado a los clientes serán en este sentido los que determinen la buena reputación del procurador.

5. Buenas dotes comunicativas

El procurador es el profesional que actúa como intermediario entre el abogado y el cliente, así como entre éste y el órgano judicial. De ahí que deba ostentar las adecuadas habilidades comunicativas para ejercer esta labor con diligencia, estando en todo momento atento a que no se pasen los términos y plazos legalmente establecidos para los diferentes trámites y actuaciones procesales. Un procurador con buenas aptitudes comunicativas obtendrá, sin duda, resultados más rápidos y positivos.

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