¿Vas a atravesar un proceso judicial y necesitas representación procesal? Contar con un procurador te permitirá solventar muchos de los asuntos y agilizar los diferentes trámites durante el juicio. Te presentamos las ventajas y beneficios de tener un procurador de oficio a tu servicio durante un juicio.
¿Cuándo necesitas un procurador?
En función del tipo de proceso que enfrentes, ya sea en el ámbito civil, penal, laboral o contencioso administrativo, puedes necesitar la presencia de estos profesionales. Contratar un procurador genera seguridad en los procesos, confianza en los procedimientos y ofrece la agilidad necesaria para el cumplimiento de todas las pautas legales.
A pesar de lo anterior, existen algunas excepciones que debes conocer. Entre estas tenemos:
- En los casos de juicios verbales, cuando su cuantía no supere los dos mil euros.
- Para la elaboración de escritos donde se solicite la adopción de medidas urgentes antes que se realice el juicio.
- En lo que respecta a la jurisdicción laboral.
- En los casos que se reclaman deudas en dinero, sin importar el monto.
Ventajas de la contratación de un procurador de oficio
La figura del procurador se encuentra autorizada por Ley para ejercer ante cualquier tribunal en tu representación. Para esto deben contar con un poder notariado, para que pueda actuar a tu nombre en todas las instancias que sean necesarias. El poder se adjudica a nombre del profesional o profesionales, identificados con sus nombres y apellidos.
Por lo tanto, contar con el apoyo de estos profesionales durante un juicio ofrece múltiples beneficios. Entre estos:
- Los procuradores se encuentran al tanto de las funciones específicas que cumplen los diferentes organismos judiciales. Por lo tanto, en cada caso adapta la documentación necesaria de acuerdo a los requerimientos, evitando la presencia de errores que puedan retrasarlos.
- Aligeran los procesos a la hora de entregar o retirar documentos judiciales, haciéndose responsable que estos se realicen apropiadamente. Además, son capaces de trabajar en varios casos en paralelo, solventando el trámite sin dificultad. Como resultado los procesos se aceleran notablemente.
- Ofrecen atención personalizada en cada caso, evitando así la ocurrencia de errores en la documentación o confusiones con los clientes en los escritos.
- Su conocimiento de la línea judicial le permite adelantarse y presionar sobre la gestión de los diferentes tipos de escritos que tramita ante un juzgado. El procurador conoce y maneja a la perfección los plazos existentes para la creación y presentación de los documentos, así como la forma de redactarlos y prepararlos, haciéndose responsable de todas las etapas.
- Es una carta de triunfo asegurada ya que el procurador vela por los intereses de sus clientes ofreciendo asesoramiento y ayuda para dictar las pautas sobre la mejor manera de tramitar la gestión procesal.
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