Si como empresario, en alguna ocasión has pasado por un proceso legal en el que hayas tenido que defender tus derechos, lo más probable es que te hayan dicho que para solucionar tu caso necesitas un abogado y un procurador. El papel que tiene un abogado en cualquier proceso judicial es de sobra conocido por todos conocidos. Pero, ¿sabes cuál es el papel de un procurador?
Problemas legales que pueden aparecer en una empresa
Estar al frente de una empresa implica la aparición de una serie de problemas que en ocasiones van a necesitar la ayuda de un procurador para su pronta solución. Entre algunos de los más habituales están las multas fiscales. La obligación de presentar y de liquidar los distintos tipos de impuestos y de llevar la contabilidad al día, suele ser una fuente de problemas en cualquier negocio. Una liquidación paralela o una inspección puede conllevar multas fiscales que pueden recurrirse.
Algo más habitual de lo que debiera, es el incumplimiento del pago por parte de los clientes, en cuyo caso se deben realizar las reclamaciones oportunas. En caso de que estas no surten efecto, será necesario recurrir a los tribunales en cuyo caso, la presencia de un procurador es imprescindible.
¿Cuál es el papel de un procurador?
La función principal de un procurador es representar en todo momento al litigante. Esta representación se materializa dando toda la información de la que dispone el procedimiento judicial tanto al abogado como al cliente. Por otro lado, es el encargado de todos los trámites propios de cualquier proceso como son los aplazamientos, notificaciones, etc.
Así mismo, presenta todos los escritos redactados por los abogados y gestiona los pagos de las tasas judiciales. En definitiva, es quién defiende los intereses de su representado ante los tribunales, estando obligado incluso a hacerlo con aquellos que carecen de los recursos económicos necesarios.
¿Cuándo se necesitan los servicios de un procurador?
Aunque existen excepciones, un procurador es obligatorio en cualquier procedimiento de la jurisdicción civil. Si se trata de un juicio verbal, no es obligatorio siempre que la cantidad que se tenga que reclamar sea inferior a dos mil euros. En procesos penales, un procurador es siempre necesario cuando se presenta querella. En el caso de ser el denunciante, solamente va a ser necesario si se quiere intervenir en dicha causa como perjudicado. En un procedimiento laboral, la intervención de un procurador no será obligatoria.
Habilidades y competencias de los procuradores
Para trabajar como procurador es necesario contar con una serie de habilidades sin las cuales sería imposible realizar de manera adecuada su trabajo. Entre algunas de las principales está la de contar con una enorme capacidad resolutiva. No en vano, esta figura es la que da la cara ante los juzgados en beneficio de su cliente.
Por supuesto, al igual que cualquier abogado, debe de tener un gran conocimiento de las leyes y habilidades dentro del sector de la informática jurídica. La iniciativa, honestidad, transparencia y el interés por resolver los conflictos, debe de formar parte igualmente de las habilidades de los procuradores.
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