Es más que probable que alguna vez en tu vida hayas tenido que acudir a los juzgados para defender tus derechos. Además, seguramente hayas oído sobre la importancia que tienen los procuradores y los abogados en todos los procesos legales.
Pues bien, en este artículo vamos a diferenciar el trabajo que realiza un abogado y un procurador para resolver cuestiones legales que te atañen en cualquier situación que pueda surgir.
¿Qué es un procurador?
Para empezar, la primera y más importante cuestión es cuál es la definición del procurador. Un abogado procurador es una persona licenciada en derecho que representa a sus clientes en los tribunales, actuando en su nombre y persona. Por lo tanto, será aquel miembro que recibirá las notificaciones de los procesos por parte del tribunal y que, además, presentará cualquier escrito necesario que el abogado defensor haya redactado previamente. Cabe destacar que la intervención del procurador es de carácter obligatorio.
Hay algunas excepciones, pero por regla general, los procuradores son de régimen obligatorio en todos los procedimientos de la jurisdicción civil. No será obligatorio el ejercicio de esta función cuando reclamemos menos de 2.000 euros en un juicio oral.
En un proceso penal, se debe acudir a un procurador si se presenta una denuncia. Cuando somos el acusador, sólo es necesario si queremos intervenir en el caso como parte agraviada; por el contrario, si somos el imputado o el imputado, el procurador sólo será requerido cuando sea necesaria la audiencia prevista en el artículo 784 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Los procuradores no intervienen en procedimientos laborales.
Cabe destacar que es de vital importancia solicitar los servicios de un procurador en procedimientos administrativos más controvertidos (es decir, cuando demandamos al gobierno), cuando la cuantía del juicio supere los 30.000 euros o ante un órgano colegiado (compuesto por varios jueces o magistrados).
Procurador y un abogado defensor. Diferencias principales.
De manera muy sencilla podemos diferenciar que los procuradores representan a los clientes y los abogados son los que informan y defienden a los clientes en un proceso judicial. Las dos profesiones son incompatibles entre sí. De tal forma que debe haber un abogado defensor y un procurador (si se requiere) perfectamente separados. Por ejemplo, los procuradores nunca pueden interrogar a los testigos, ni obtener declaraciones, siendo esto una función del abogado defensor.
¿Cómo funcionan los procuradores?
Para que no haya ningún problema, el procurador se encargará de representar a su cliente gracias a un poder que se le otorga. Esto puede ser bien vía poder notarial o a través de un «apoderamiento apud acta».
- Poder notarial: es un permiso que se tramita a través de un notario y que sirve para otorgar un poder general de pleitos en cualquier proceso judicial. Este permiso irá para un procurador o varios procuradores indicando su nombre y apellidos. Este proceso suele tramitarse a través de los propios procuradores.
- Apoderamiento apud acta: Es un trámite que solo funciona para cada instancia y que se obtiene directamente en una Audiencia Provincial concreta en un plazo limitado.
Ya conoces las diferencias más importantes entre un procurador y un abogado defensor. ¿Necesitas asesoría personal? No dudes en ponerte en contacto para conocer nuestros servicios de procuración y realizar una estrategia existosa para superar cualquier futuro pleito.
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