¿Qué es exactamente un procurador legal?
Aunque la figura del procurador quizá sea algo desconocida para la mayoría de los ciudadanos, estos resultan absolutamente esenciales durante los procesos judiciales.
El procurador es un profesional jurídico dedicado a la representación técnica de sus clientes (particulares, entidades o empresas). Si el abogado es quien ejerce la defensa, el procurador es quien le representa durante los procesos, realizando además los diversos trámites. Ejerce también una labor de comunicación entre el tribunal por un lado, y el cliente y su defensa por el otro.
Deberá colaborar además con los órganos jurisdiccionales.
Podrá actuar como profesional independiente u oficial.
Habrá de representar a la parte litigante cuando ésta no posee los medios económicos indispensables cuando así se lo requiera la ley.
Funciones del procurador legal
Entre las funciones de los procuradores se encuentran:
- Estar en todo momento adecuadamente informados sobre el proceso legal y comunicar dicha información tanto al cliente como a su defensa. Harán llegar al abogado puntualmente toda la documentación y requisitos que sean requeridos.
- El pago (por delegación) de todos aquellos costos que el cliente genere durante el proceso, así como llevar debido registro de los mismos.
- Representar a su cliente durante los diversos trámites (notificaciones y citaciones, firmar los emplazamientos, hallarse presente durante las diligencias, etc).
- Elaborar y presentar escritos, en colaboración con la defensa.
Todo ello se encuentra debidamente especificado en el Estatuto General de los Procuradores, aprobado en el Real Decreto 1281/2002.
¿Qué titulación posee un procurador?
Para poder desempeñar las funciones de procurador legal, es necesario tener titulación universitaria en derecho (actualmente grado y máster), obtener el título expedido por el Ministerio de Justicia, formar parte del órgano colegiado correspondiente y finalmente prestar juramento.
En definitiva, es un profesional que conoce perfectamente los entresijos y tiempos de los procedimientos y ayuda a que estos se desenvuelven de la manera más ágil y diligente posible. El procurador es indispensable para que los procesos no se dilaten de manera excesiva en el tiempo.
En España existen más de setenta colegios de procuradores, distribuidos a lo largo de todo el territorio. Es el Consejo General de Procuradores de España quien se encarga de armonizar entre todos ellos.
¿Por qué existe la figura del procurador y cómo puede ayudarte?
Ciertos procesos exigen un conocimiento extenso en la materia y cierta experiencia. Por normal general, el ciudadano (como es lógico) desconocer gran parte de los requisitos, especificaciones y normativas que la ley exige. El procurador es alguien que posee toda esa información y realiza los trámites, en representación del cliente, siempre en tiempo y forma. Descarga, por tanto, responsabilidades tanto de este como de su defensa, que podrá emplear su tiempo y esfuerzo en labores que tienen que ver menos con lo que podríamos llamar trámites o peculiaridades de tipo burocrático. Facilita además el diálogo (que en muchos casos ha de ser constante) entre la justicia y su representado.
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